Hoy fue un dís muy enérgico. Lleno de reuniones, compromisos y decisiones por tomar. Sin embargo al llegar a casa me enfermé.
Eso me lleva a pensar que aún la batalla espiritual se libra en el cuerpo. Es un área muy sensible que puede llevarnos a desistir en nuestra carrera espiritual. Ruego a Dios, que él no lo permita, sino que dependa más de él.
lunes, 16 de diciembre de 2013
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